Los diseñadores crean jerarquía decidiendo qué debe leerse primero, segundo, y así sucesivamente, luego utilizan el espaciado, la negrita o la cursiva para organizar visualmente el contenido. El enfoque debe variar según la audiencia y el medio. Aquí tienes algunos consejos para lograr una buena jerarquía:

Contraste

Puedes combinar fuentes condensadas con extendidas para titulares. También puedes usar color, pero evita colores demasiado similares o que generen vibración, como el rojo y el verde juntos. Si tu tipografía es de color, elige una fuente más audaz para mejorar la visibilidad. Otra herramienta poderosa es el "tamaño de la tipografía". Un salto grande en tamaño ayuda al lector a identificar al instante lo que es importante. Pero los cambios pequeños no tendrán mucho efecto. Procura que la diferencia sea notoria.

No Exageres

Usar demasiadas técnicas de énfasis a la vez como negrita, cursiva, subrayado, cambios de tamaño y color solo crea desorden. Usa el contraste con cuidado. Los mejores diseños son claros, no ruidosos.

El Tamaño de la Tipografía No lo es Todo

Sí, la tipografía es una herramienta poderosa, pero su impacto depende del contexto, el espacio a su alrededor, el peso de la fuente y el resto del diseño. Una tipografía grande llama la atención, pero funciona mejor cuando se equilibra con otras decisiones de diseño.

Los Encabezados También Juegan un Papel Importante

Una vez que hayas definido la estructura de tu contenido, asigna tamaños y estilos de encabezado que correspondan a su importancia. Asegúrate de que los diferentes niveles se distingan claramente. También puedes jugar creativamente con los encabezados. Prueba a dividir líneas, usar diferentes tamaños en un mismo encabezado o restar importancia a palabras pequeñas como "y" o "el". Estos trucos dan más fuerza a las palabras clave.