Imagina que quieres enviar un proyecto a un amigo, y funciona perfectamente en tu computadora. Envías los archivos, pero cuando tu amigo intenta ejecutarlo — nada funciona. Su sistema es diferente, algunos programas necesarios no están instalados, o la configuración no es la misma. Ahí es donde entra Docker.

Piensa en un contenedor como una caja con un juguete dentro que ya tiene baterías e instrucciones. Donde sea que la abras, el juguete funciona tal como debería.

Conceptos clave de Docker

Todos estos conceptos son esenciales para desplegar correctamente tu aplicación. Funcionan en el siguiente orden, como se muestra en el diagrama a continuación:

Docker simplifica el despliegue de software utilizando imágenes, contenedores y registros. Una imagen de Docker empaqueta una aplicación junto con todas sus dependencias para garantizar la coherencia entre entornos. Al ejecutarse, la imagen se convierte en un contenedor, un entorno de ejecución aislado y ligero. Los registros de Docker, como Docker Hub, permiten a los desarrolladores almacenar, compartir y acceder a estas imágenes, facilitando una entrega de aplicaciones rápida, escalable y portátil.

¿Por qué usar Docker en DevOps?

Docker es una herramienta importante en las pipelines de CI/CD porque ayuda a que las compilaciones y despliegues de software sean más confiables. Permite a los desarrolladores crear el mismo entorno de desarrollo en diferentes computadoras, lo que reduce los problemas causados por diferencias entre sistemas.

Al empaquetar la aplicación junto con todo lo necesario, Docker facilita el traslado fluido del software desde el desarrollo hasta las pruebas y luego a producción. Docker se integra bien con las pipelines de CI/CD, permitiendo pruebas y despliegues automatizados.

En resumen, Docker ayuda a garantizar que las aplicaciones se ejecuten de la misma manera en los entornos de desarrollo, pruebas y producción.