La Peor Idea Posible

A veces, la mejor manera de estimular la creatividad es haciendo exactamente lo contrario de lo que buscamos. Este método, llamado La Peor Idea Posible, implica hacer una lluvia de ideas de tantas ideas terribles como sea posible. Luego, analizamos qué las hace malas e identificamos sus opuestos, convirtiendo los defectos en fortalezas. Este enfoque no solo es divertido y atractivo, sino que también sirve como un gran rompehielos para los equipos, fomentando la participación abierta y reduciendo el miedo a compartir ideas.

El objetivo de este método es explorar áreas de diseño que de otro modo no exploraríamos si nos enfocáramos únicamente en buenas ideas. A través de la discusión y el análisis obtenemos una mejor comprensión del espacio del problema.

Supongamos que estamos diseñando un juego de disparos en primera persona y preguntamos, ¿cómo podríamos añadir variación a las armas? Una idea terrible podría ser un arma que solo daña al jugador y cura a los enemigos. Al discutir esto, podríamos encontrarlo contraproducente pero descubrir nuevas posibilidades, como un arma que es ultrapoderosa pero también daña al jugador o una que cura a enemigos específicos en lugar de dañarlos. La clave es desafiar suposiciones, explorar ideas inesperadas y crear un juego más divertido y atractivo.